martes, 19 de febrero de 2008

"La mecánica cuántica permitiría hacer la declaración de rentas en un segundo"

Título: Alicia en el País de los Cuantos. Una alegoría de la física cuántica.
Autor: Robert Gilmore
Editorial: Alianza Editorial
Sección: Divulgación científica

El autor:Profesor de la Universidad de Drexel (Filadelfia), es autor de una considerable obra de divulgación en el mejor estilo de la cultura anglosajona. Junto a esta "alegoría" de la física cuántica ha publicado otras obras de notable difusión, como "Topology of Chaos: Alice in Strecht and Squuezeelands", "Scrooge´s Cryptic Carol: Vision Energy and Quantum Nature", "Wizard of Quarks: A Fantasy of Particles Physics, etc.

El libro: El que se quede tan pancho al terminar este libro le doy una galleta con trocitos de chocolate…y por supuesto le hago el vacío. ¿Cómo ignorar (de una vez) el mundo que nos rodea? Mis años aumentan proporcionalmente al ansia de saber la respuesta…pero desgraciadamente no me sale.

Todo lo que tocas, ves, oyes, hueles y saboreas tiene otra cara oculta y muy chunga: el mundo subatómico.

Para llegar hasta él sólo tienes que agarrarte fuerte (una vez más) a las faldas de Alicia, atravesar el aparato por donde echan tu serie favorita y bucear en un mundo digno del más freaky. Un mundo donde un mismo sistema tiene propiedades contradictorias, donde el espacio y el tiempo juegan a los dados, donde el principio de causalidad (primero va la causa y luego el efecto, fácil, ¿no?) no tiene validez, ni el de tercero excluso (este es el principio que se sienta a la derecha del súper-principio de no-contradicción), donde los electrones se lo pasan pipa en superposición de estados y donde la telepatía del Detective Marciano es posible en los subsistemas.

A pesar de todas las discrepancias con el sentido común, la mecánica cuántica es todo un éxito al predecir el comportamiento de los sistemas, de hecho matemáticamente funciona a la perfección.

Comparado con otros libros de divulgación de la física quántica este nos proporciona ingeniosas comparaciones con sucesos cotidianos, fáciles de entender en un libro plagado de notas (donde se hace la luz) de varios niveles de profundidad.

Al final nada se entiende, ni se entenderá, pero le cojes mucho cariño a la niña.

*Sara*

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola! Bienvenida!! ya has pasado a formar parte de la lista que hay debajo de la niña que se levanta la faldita...
Este libro es uno de esos que siempre me digo, a ver si empiezas a leértelo, lo tengo encima de la mesa, pero no me lanzo.
Tal vez ahora que estoy unos días de baja lo intente.
La física cuántica tiene mucho que ver con la literatura, donde el observador altera el sistema observado (principio de incertidumbre de Heisemberg), y si no que se lo digan a Don Quijote.

Saludos!!