miércoles, 16 de enero de 2008

Lo que hay que leer

Título: La carretera
Autor: Cormac MacCarthy
Editorial: Mondadori
Sección: Narrativa extranjera

El autor: Nacido en Providence en 1933, Rhode Island, se traslada a Tenessee en el 37. Publica su primera novela, “El guardián del vergel”, en 1965. Desde entonces ha publicado una docena de libros llegándole el reconocimiento masivo a partir de “Todos los hermosos caballos” que le supuso en el 92 el Nacional Book Award , así como el Premio del Círculo de la Crítica en USA. Su última novela, “La carretera”, fue premiada con el Pulitzer del 2007.
El libro: Leer “La carretera” es, ya hoy, estar leyendo un clásico. La mayoría de los libros que van pasando por nosotros están condenados al olvido, pero no este. No tengo ninguna duda de que dentro de unos años será lectura obligatoria en los colegios norteamericanos y podremos encontralo dentro de mucho tiempo compartiendo las estanterías de las librerías con los autores consagrados. El planteamiento es tan descarnado como el resto del libro: Un hombre y un chico, padre e hijo, vagan por un mundo desolado. No se dan nombres, no se sabe que ha pasado, tampoco esta claro hacia donde se dirigen. Caminando por una carretera, a través de un mundo reducido a la muerte total, cenizas más cenizas, oscuridad y frío glacial. Este planteamiento tan tremendista es la herramienta de la que se vale McCarthy para analizar lo único que queda: los sentimientos entre los dos, el valor de lo humano cuando no queda nada. El amor, el valor, la lealtad, la ternura, la verdad y la mentira se muestran con una desnudez tal que es muy difícil dejar de emocionarse con algunos de los pasajes. Mas que una narración nos encontramos con una descripción casi quirúrgica de lo que queda de nosotros cuando todo lo superficial desaparece.
“La carretera” no es un buen libro, ni tan siquiera un libro recomendable, es sencillamente un libro que hay que leer.

“Estuvo mucho rato tratando de dormir. Al cabo se dio la vuelta y miró al hombre. Su rostro a la luz de la pequeña lámpara rayado de negro por la lluvia como un actor dramático de la antigüedad. ¿Puedo preguntarte una cosa?, dijo.
Naturalmente.
¿Nos vamos a morir?
Algún día. Pero no ahora.
Y todavía vamos hacia el sur.
Sí.
Para no pasar frío.
Así es.
Vale.
¿Vale que?
Nada. Solo vale.
Duérmete.
Vale.
Voy a apagar la luz. ¿De acuerdo?
De acuerdo.
Y luego ya a oscuras: ¿Puedo preguntarte algo?
Naturalmente.
¿Qué harías si yo muriera?
Si tú murieras yo también querría morirme.
¿Para poder estar conmigo?
Sí. Para poder estar contigo.
Vale.”


Ignacio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y para complementar al jefe, aqui teneis un link al diario Publico que hoy publicaba un extenso articulo sobre el y sus novelas, ademas de hablar con el director de fotografia Javier Aguirresarobe sobre la busqueda de localizaciones para la adaptacion de La Carretera que se empieza a rodar en febrero

Anónimo dijo...

No si al final tendré que leérmelo
Por cierto, Ignacio, ya era hora de que te dignaras a iluminarnos con tu sabiduría.