martes, 13 de mayo de 2008

Como mi vida misma

Título: Cibercultura mi amor
Autor: Lewis Trondheim
Editorial: Norma
Sección: Cómics adultos

Autor: Me gusta todo lo que escribe y dibuja este tío, desde la serie "La Mazmorra" que empecé a leer hace ya algunos años, hasta sus obras más autobiográficas como "Mis circunstancias" o "El síndrome del Prisionero". El caso es que leer a Trondheim es una delicia parecida a comerse un trozo de tarta de chocolate tirado en un rancio sofá en una vieja tetería cerca la calle Hortaleza. Eso fue justo lo que hice el día que me compré este cómic. Bueno, y del autor decir que en realidad se llama Laurent Chabosy y nació el 11 de Diciembre de 1964 en noséquébleau, Francia.

La obra: Pues ya desde la primera frase empecé a descojonarme. Resulta que estos dos individuos de la portada, Patrick y Félix (ahora no recuerdo quién es quién y el cómic no lo tengo delante para mirarlo porque se lo he dejado a Patricia para que vea que hay vida más allá del manga) están diseñando un videojuego, son unos viciados en toda regla de las videoconsolas y los ordenadores, se pasan horas delante de la pantalla, viven, comen, respiran, se entretienen y relacionan en base a esta actividad propia de finales del siglo XX y principios del XXI, el vicio de matar marcianos, descuartizar cuerpos, saltar plataformas, competir en carreras de coches, hacer HADOKENS... vamos, cualquier cosa menos mierdear con el Final Fantasy y similares. Estos colgados de la vida no saben vivir sin videojuegos y es para mearse leer las reflexiones "trascendentales" que te sueltan mientras van andando por la calle. El videojuego que están diseñando es un juego de lucha de lo más vomitivo, los personajes son esperpentos eruptadores, humanoides que se tiran pedos mortales o matan a su adversario con descomunales explosiones de pus, leer cómo se les va la pinza intentando hacerlo aun más asqueroso merece la pena, y lo mejor es que creen que van a revolucionar el mercado, serán famosos, y dentro de unos años, volverán a hacer adpataciones de su videojuego para las plataformas del futuro, y camisetas y películas... vamos, que son dos frikis en estado puro. Creo que como cómic es un buen complemento a la novela jPod de Douglas Coupland, en la que vemos las paranoias de un grupo de programadores de videojuegos desquiciados. 
Ah! y lo mejor del cómic es que todos los ordenadores que salen son Mac.
Puede que esta no sea la mejor reseña del mundo, pero estoy intentando escribir algo acerca de la poesía posmoderna y no he podido evitar reseñar este cómic que me leí antes de ayer. 

Mac-nuel

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Pues, hablando de cómics, yo ahora estoy flipando con Brian Wood y su DMZ... lo malo es que quiero TODO lo que ha hecho este tío (Local, Demo...etc) y no hay nada editado en este puto pais, así que voy a tener que tirar de importación por un tiempo.

Ah, y me estoy terminando precisamente JPOD (qué bien se lee en el metro), así que me vendrá bien seguir el cómic que nos sugieres amablemente para seguir con el tema... Ya me estoy proponiendo yo mismo escribir algo acerca de esto del HELPDESK, que como tema no tiene desperdicio.

Sigo con mis 137 incidencias y 116 correos pendientes.

un abrazo



bdqopx

Danilo T. Brown dijo...

pues cuando termines jPod, puedes continuar por su última novela, yo la empecé ayer y ya estoy encantado de haberme conocido, se titula "El ladrón de chicles" y la publica, como no, El Aleph (aaah... ese Nadador del Lower East). No la dejes escapar, en serio, Vicente Luis Mora nunca lo haría.

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