
La situación empieza a cambiar cuando un nuevo propietario llega al edificio, es un hombre muy culto y sensible y es japonés, una cultura que las dos admiran. El nuevo vecino descubre rápidamente el secreto que las dos guardan y, poco a poco, consigue que se relacionen. La vida empieza entonces a tener un nuevo sentido para ellas, descubren la experiencia de compartir sus pensamientos y gustos con otras personas afines a ellas.
Al final ocurre un giro inesperado de los acontecimientos que no deja indiferente.
Me parece un libro entretenido, con un humor especial y sutil y muy bien escrito.
Elena
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